Ir al contenido principal

Chocolate 100% origen Venezuela

Uno de los grandes elementos que enaltece a Venezuela a nivel mundial es el cacao por sus características en aroma y sabor, sin embargo, encontrar una barra de chocolate con alto porcentaje de cacao puro, en la cuna del cacao fino de aroma, puede resultar una tarea ardua, y es que la comercialización e industrialización de este alimento de los Dioses ha generado un cambio y degeneración del mismo.  

Si bien es cierto que el chocolate es uno de los dulces y manjares más consumidos y versátiles a nivel global, en el ejercicio de la comercialización masiva se perdieron grandezas de sabor, de aroma y de textura, provocando que esa barra que compramos y consumimos hoy en día no sea realmente chocolate, malacostumbrando a nuestro paladar y haciéndonos creer que cualquier cosa con aditivos, conservantes, azúcares y con un muy bajo porcentaje de cacao real, lo consideremos como ese alimento que los grandes maestros chocolateros de la historia se esforzaron por crear. 

 El trabajo de los maestros chocolateros venezolanos por deleitarnos con una barra que sea realmente chocolate es un arduo esfuerzo que están dispuestos a realizar, y tal es el caso de Juan de Dios, que a través de Catica nos lleva a un viaje de sabores inexplorados, en este caso hablamos de una barra de chocolate que cuenta con un porcentaje del 100% de cacao. 

 Desde el primer contacto que tiene nuestro paladar con ella, nos sumergimos en un viaje donde descubrimos la elegancia en el sabor y en el olor, es sentir la nibs del cacao desde la primera vez que la probamos, su olor nos hace sentir su naturaleza, en su sabor se encuentra la grandeza de un fruto que nos traslada a percibir los grandes elementos que la conforman, podemos notar la fuerza y la pureza en su sabor. 

Se trata de una barra de chocolate de 100% cacao, que desde el primer momento cuenta con una selección minuciosa, comenzando en el Parque Nacional Henri Pittier, ubicado en Cata, Estado Aragua, donde el fruto es cosechado, para luego pasar al proceso de secado en grandes patios, cumpliendo con todos los pasos que ancestralmente se han realizado para alcanzar ese sabor que caracteriza la grandeza del cacao venezolano. 

 El viaje comienza de la mano de Maira Mato, Keila Marcano, Negó Croquer y Libia Lira, mujeres de la hacienda CATA que con años de experiencia pasan de cosechar el cacao al secado de este, dos pasos fundamentales para su elaboración. 

 Cuando el cacao llega al laboratorio de chocolate de Juan de Dios, comienza el proceso para la fabricación de esa barra que nos llevará en un viaje explosivo de sabores. La selección, limpieza y trillado de los granos de cacao es fundamental, es saber aprovechar la cosecha, la magnificencia del grano, es cumplir con uno de los procesos más importantes. 

 Esta no es sólo una barra de chocolate hecha 100% de cacao, sino que también cuenta con la ventaja de ser 100% orgánica, por lo que el proceso de tostado del grano de cacao es obviado por completo, dando como resultado que las Nibs conserven inalterablemente su grandeza al ser procesadas en la Máquina de Chocolate Premier, donde se mantendrá por 18 horas constantes en la búsqueda de alcanzar esa cremosidad y liberación de ácidos y sabores. 

El secreto se mantiene en el almacenamiento posterior de esta pasta que contiene los grandes sabores, y es que durante dos meses se conserva para enaltecer sus aromas, logrando que luego de su retirado para la realización de esa barra de chocolate que es el producto final que consumimos, sea tan gratificantemente invasivo que genere en nosotros esa necesidad de querer probarla una vez más.

 Por Luis Romero López
Historiador, UCV Venezuela. 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

El oro blanco de la chocolatería

Una de las grandes opciones que podemos encontrar en el mercado chocolatero, es el chocolate blanco, que sin duda se ha convertido en uno de los más consumidos; en el caso de Catica, contamos con una manteca de cacao con un magnífico origen, y es que esta es extraída de las variedades más resaltantes con las que cuenta el acervo cacaotero venezolano.   Cacaos de Cuyagua y Bahía de Cata, cultivados bajo la sombra del Parque Nacional Henry Pittier en el estado Aragua, el proceso para la fabricación de esta barra blanca que enaltece cada ingrediente con la que está elaborada, resulta ser más orgánico, pues cuenta con un proceso de selección minuciosa, grano a grano, comenzando desde la cosecha, secado, y dejando a un lado el tostado del grano, para mantener los sabores y posteriormente contar con una duración de hasta 18 horas en la máquina de refinado, lo que nos da como resultado la garantía y calidad en el olor y sabor.   Cuenta con manteca de cacao en un 40%, más elementos compleme

Juana Antonia Diaz: Dulce Lechosa

La tradición y cultura son ingredientes que le dan un carácter único a cada uno de los platillos a elaborar, estos peculiares ingredientes nos ofrecen creaciones culinarias donde toman como cautivos cada uno de los distintos sentidos de los comensales, obligándoles así a ceder ante el antojo que estos les causa. Una vez se da este encuentro entre el bocado y el paladar, es donde empieza esta hazaña que busca descifrar, más que el buen sabor que el platillo puede ofrecer, un reconocimiento en que destaca la herencia, el conocimiento y el sentir propios de un sitio.  Juana Díaz, pobladora de Cata, es la viva estampa corpórea de lo que significan estas dos palabras; “Tradición y Cultura”, ya que a sus 100 años de edad aún aviva las herencias que se les fueron trasmitidas por sus antecesoras: madre y abuela. Desde muy pequeña se le enseñó a como labrar la tierra y aprovechar al máximo lo que de ella se cosecha, entre los 1000 m² de terrenos de los cuales es poseedora se hallan variedades d